Todo esto pasará, convirtiéndose en recuerdo.

Cada día que transcurre es un día que perdemos. 


Encerrados en nuestro paraíso perecedero. 

Cada mañana y cada noche te digo que te echo de menos.


Nos duele pero dices que es placentero.

Siempre pensando en que el pasado fue mejor, y el futuro lo será menos.


Qué le dejas a este regalo que ha llevado a tantos viajeros.

Deseas que sea ayer pero sin que nos separemos.

 

Y allí abandonaste tu oportunidad por saltar de la mano de tus miedos.


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